
EL ROQUE
| Altivo murallón, dios solitario: | |
| cuando mis ansias suben a la altura | |
| desde la agreste voz de la llanura, | |
| mi memoria se nutre en tu sagrario. | |
| Me surge un embeleso legendario | |
| que agiganta en su vuelo tu figura; | |
| y parecer brotar desde la hondura | |
| en amplio sentimiento solitario. | |
| El mar y tú, camino y roca dura, | |
| con los que, cada día, mi andadura | |
| desde el cantil al mástil hace hoguera: | |
| desde el cantil, origen del camino, | |
| hasta tu erguido mástil, el destino | |
| de la tan esperada primavera. |
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Carlos Acosta |
Tenerife |
El Castillo |