El Mundo

  

Jerome Mallet

 

jueves, 12 de julio de 2001

Ejecutado uno de los 'modelos' de Benetton
Jerome Mallet, que posó para la campaña contra la pena capital, murió ayer en EE.UU.

JULIO A. PARRADO / Corresponsal
NUEVA YORK.- Su rostro ocupó páginas enteras de diarios y vallas publicitarias de medio mundo. La mirada triste de Jerome Mallett era una denuncia contra la pena de muerte. Ayer, después de ver rechazada su última petición de clemencia, fue ejecutado en la cárcel de Potosi, en Misuri. A las 0.02 de la madrugada, Mallett, de 42 años, se convirtió en el quinto prisionero ajusticiado en ese estado en lo que va de año, y el número 51 desde 1989, cuando el Congreso local restableció la pena capital.

Unas 80 personas protestaron por su muerte frente a la prisión. «Mi corazón y mis mejores deseos van para la familia de James Froemsdorf», señaló en su declaración final, en referencia al policía que admitió haber matado.

Mallet era uno de los 26 prisioneros en el corredor de la muerte utilizados el año pasado por Benetton en su campaña mundial contra la pena capital. La publicidad de la firma de ropa italiana, a cargo del controvertido Oliviero Toscani, levantó abundantes críticas, especialmente en Estados Unidos. «No nos parece oportuno hacer público ningún comunicado», manifestaba ayer Federico Sartor, jefe de prensa de la firma. Aunque Benetton mantiene su compromiso contra las ejecuciones, la firma quiere olvidar aquella campaña, que la colocó en una difícil situación.

El pasado 17 de junio, Benetton llegó a un acuerdo con la Fiscalía de Misuri en el que pedía excusas a los familiares de las víctimas de crímenes violentos y aportaba 50.000 dólares a una de sus organizaciones. A cambio, ni Benetton ni sus colaboradores fueron acusados de obtener las fotos de manera ilegal. Los fotógrafos habían entrado en la prisión haciéndose pasar por reporteros de la revista Newsweek.

La controversia entre la compañía y el estado de Misuri dejó en un segundo plano el objetivo de la campaña. Mallett, que había cobrado 1.000 dólares como modelo, siempre admitió su culpabilidad. En su infructuosa petición de clemencia, insistió en que fue en defensa propia.

Mallet había sido detenido por conducción temeraria, pero logró librarse de una de las esposas. Tras un forcejeo se hizo con la pistola del agente y le disparó tres veces. «Era una situación sin salida. Si no le disparaba yo, sabía que él me mataría», señalaba.

Las organizaciones de derechos civiles creen también que la sentencia fue desproporcionada. «El caso fue trasladado a un condado de mayoría blanca. Ningún miembro del jurado era negro. Se trata evidentemente de otro caso de discriminación racial», asegura Dick Kurtenbach, director de la American Civil Liberty Union en Kansas City.

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